jueves, 18 de enero de 2007

CAMINO A LA SERVIDUMBRE

Un intento de describir la secuencia:

1) Hace, digamos, cuatro años los socialistas dan un violento bandazo en su estrategia, orientándola hacia los nacionalismos periféricos.

2) El PP, que ha mantenido su postura, se convierte en un punto de referencia molesto que revela el desplazamiento realizado por los socialistas.

3) Los socialistas, en el nuevo punto en el que los ha situado su reciente estrategia, están en condiciones de realizar concesiones políticas a ETA con el fin de acabar con el terrorismo.

4) Los socialistas ocultan su intención de realizar estas concesiones a la banda bajo una palabra bonita: paz.

5) Cuando ya se ha conseguido macerar convenientemente a una parte de la opinión pública, y ésta ha asimilado que su Gobierno actúa movido exclusivamente por unas ansias infinitas de paz, resulta fácil identificar a todos los que no están de acuerdo con la negociación con los terroristas como enemigos de la paz.

5) Una vez que ha sido encontrado un pretexto convincente, los más fanáticos liberan su odio hacia el PP (admitámoslo: todavía hay mucha gente, como Luppi, cuya religión identifica a la derecha con el demonio), y los más tibios se asustan con el ruido y evitan identificarse con los populares.

6) El PP es marginado de la escena política, simultáneamente a la concesión de interlocución política a los terroristas.

El mecanismo es fácil de ver para cualquier persona alfabetizada y que acepte que la realidad es algo más que un conjunto de estampitas naïf.

Y sin embargo, sigue funcionando.